No se trata de que el termo eléctrico sea mejor que el de gas o viceversa ya que depende del consumo de agua caliente de la vivienda. Se pueden realizar ciertas recomendaciones, como utilizar un termo eléctrico de unos 30 o 50 litros en viviendas que no se consuma mucha agua caliente. En cambio se suele aconsejar que para viviendas en las que habitan muchas personas se utilice un calentador de gas.
Por lo que no hay que hacer mucho caso a las opiniones de un termo eléctrico o de gas, sino que más bien hay que comprar el modelo que mejor se adapte a las necesidades de cada hogar.
Los termos eléctricos cuentan con las siguientes ventajas y desventajas:
-El agua se calienta mediante resistencias eléctricas.
-Su capacidad puede variar desde los 10 hasta los 300 litros, por lo que podrás escoger el modelo en función de la cantidad de agua caliente que necesites.
-El agua caliente sale al instante y a una temperatura constante.
-Cuenta con una instalación sencilla.
-Sobre todo, hay que tener en cuenta que cuando se termine el agua caliente almacenada habrá que esperar a que el agua fría se vuelva a calentar.
En cambio, un calentador de gas cuenta con las siguientes ventajas y desventajas:
-El agua se calienta mediante quemadores, por lo que solo se calienta cuando el grifo de agua caliente está abierto.
-Hay que esperar un poco hasta que el agua caliente sale por el grifo.
-En todo momento ofrece agua caliente sin ningún tipo de límites por lo que puedes utilizar la cantidad de agua caliente sin preocuparte por nada.
-Puedes optar tanto por un modelo de gas butano o de gas natural. Los calentadores con gas natural requieren una instalación de gas en la pared. Por lo que su instalación es más complicada y es necesario su revisión.
¿El agua de tu ducha sale con poca presión? ¿Te incomoda no poder ducharte a gusto y conseguir que el agua salga con la presión necesaria? Te contamos algunas alternativas para que consigas que tu ducha funcione correctamente y que el agua salga a tu gusto.
A veces la instalación de fontanería de una vivienda termina por deteriorarse por el paso del tiempo y comienzan a perder presión. También nuestras duchas pueden acumular cal en sus salidas de agua e impedir su correcto paso. Otra posibilidad es que exista algún tipo de avería con la que no contábamos y que está dificultando el funcionamiento de nuestra ducha. En este artículo vamos a ver cómo podemos mejorar la presión de una El principal motivo de la falta de presión de una ducha es que tenga termostático o que falle la caldera. Según su experiencia, los termostáticos dan problemas porque tienden a quemarse. Además, señala que al ser más baratos que otros, su calidad es inferior a lo habitual.
Si de todos modos, quieres conocer el problema de fondo, entonces nosotros te contamos cuál es el procedimiento para solucionarlo.
Si vivimos en un piso muy alto y por eso la presión del agua es menor que en el resto de pisos, lo que tendremos que hacer es instalar una bomba de presión que consiga hacer que el agua salga a nuestro agrado.
Pero también existen soluciones sencillas que podrás hacer que la presión del agua de nuestra ducha salga de manera más fluida. Sigue leyendo este artículo y descubre todas las alternativas posibles para aumentar la presión del agua de tus grifos, duchas y electrodomésticos. ¡Toma nota!
1- Limpiar la flor de la ducha.
Una de las soluciones más sencillas, rápidas y en muchos casos eficaces, es la de limpiar a fondo la flor de la ducha. Es común que la cal se incruste en las pequeñas rendijas por las que debería salir el agua e impida su paso. Con el paso del tiempo se van acumulando estos restos que no permiten que el paso del agua sea total, por eso la limpieza de un cabezal cambiará notablemente la presión de una ducha.
Limpiar el cabezal de una ducha es muy sencillo y en poco tiempo notaremos cómo la presión con la que sale el agua mejora. Tan solo tendremos que ser pacientes y constantes hasta retirar el máximo de suciedad incrustada posible.
Para ello tendrás que desmontar la flor con la ayuda de unos alicates. Desenróscalo de la manguera y posteriormente introdúcelo dentro de una cubeta de agua con vinagre. Deja que haga efecto durante al menos unas tres horas. Verás cómo pronto tu grifo funciona mejor.
2- Aumentar el diámetro de las tuberías.
Una posible causa de que la presión del agua no sea la adecuada puede ser debido al diámetro de tus tuberías. A veces nuestras tuberías tienen un diámetro demasiado reducido e impiden que el agua fluya con suficiente presión.
En ese caso, si podemos cambiar las tuberías por unas de mayor diámetro, enseguida notaremos que la presión del agua es mucho mayor. Para realizar esta labor, será importante contar con la profesionalidad de un experto en fontanería que nos garantice un buen trabajo y evite posibles percances o fugas.
3- Colocar mezcladores de agua y aire.
Puede que tu flor de ducha esté limpia y no quieras meterte en obras. Para eso existe una solución, se trata de realizar una instalación de mezcladores de agua y aire.
Su instalación es realmente sencilla y son muy económicos. Además de conseguir que la presión del agua aumente harán que ahorremos hasta un 50% del agua que empleamos.
Son fáciles de encontrar en cualquier ferretería y se acoplan de manera sencilla a cualquier grifería.
Pero antes que nada, tendrás que asegurarte de que tu grifería no incluye ya un sistema de mezclado de agua y aire.
4-Instalar una bomba de presión.
Si ninguna de las soluciones anteriores surte efecto, lo mejor será realizar la instalación de una bomba de presión. Claro que tendrás que ponerte de acuerdo con el resto de vecinos de tu edificio, porque no puede instalarse una bomba de presión de manera individual en un piso.
Las bombas de presión son un tipo de sistema que se encarga de aumentar la presión del agua de grifos, duchas o electrodomésticos. Este aparato funciona con un tanque de expansión que contiene una cámara de aire y está presurizado. Dentro de este sistema el agua comprimirá el aire del tanque y el agua aumentará de presión.
De esta manera, nuestros grifos y duchas dispondrán de una mayor potencia para el aseo.
La instalación de una bomba de presión es muy sencilla y rápida, en el periodo de dos o tres días, se podrá disponer de este sistema para garantizar el aumento de la presión del agua de una vivienda.