Renovar una cocina no es sólo mirar las paredes, los muebles, los electrodomésticos o el diseño. Debemos pensar, también de manera, de manera pragmática: ¿qué usaremos?, ¿dónde?, ¿necesitaremos poner esto aquí o aquí?, ¿cocinaremos mucho?, etc. Ese tipo de preguntas nos orientarán siempre que estemos pensando en la renovación de cualquier ambiente pero, en especial, en la cocina, el lugar por excelencia en el cual suceden las cosas en los hogares.
Debemos ser cuidadosos de los detalles pero también tenemos que pensar en lo esencial: una cocina sin pileta o bacha para lavar los platos, ¡no es una cocina! Por no debemos pasarla por alto y debemos ponerle especial atención.
En esta guía están todos los secretos para tener la mejor pileta de cocina.
El material
Cocinas de estilo rural por Luxmoore & Co
Pensar en una bacha de cocina es pensar en su forma, su funcionalidad y su material. Este último es fundamental porque es una zona con mucho contacto con el agua y con químicos como el detergente , además de estar en constante contacto con elementos cortantes, como los cuchillos.
Las opciones más populares y duraderas son el granito y el acero. Ambas ofrecen una combinación de utilidad, resistencia y belleza visual. Pero también hay otras opciones, con materiales más que interesantes: la porcelana, si tenemos espacio para construir la pileta dentro del armario, o incluso cobre, si nos gusta más el estilo antiguo para una cocina más clásica o rústica.
El escurridor
El escurridor es un espacio fundamental que facilita la limpieza de los platos. Es el lugar en el que dejamos que drene el agua excesiva de los platos, cubiertos o vasos y que permite, a su vez, que no tomen mal olor y se aireen.
Puede tener varios materiales, como madera, metal o plástico. Todo dependerá del estilo de la cocina, de los colores del ambiente y de la funcionalidad que necesitemos. El escurridor ayuda también a mantener el orden de la cocina y si elegimos uno que venga incorporado a la bacha, ¡el exceso de agua caerá directamente ahí!
Doble bacha
Para una mayor comodidad, podemos elegir una pileta doble: podemos lavar platos y verduras ¡al mismo tiempo! Sino, podemos tener agua caliente de un lado y agua fría del otro, como nos sea más cómodo.
La ventaja de tener doble fregadero es que optimiza el tiempo y el espacio. Si tenemos el espacio suficiente no debemos ni dudarlo.
Brillo, brillo y más brillo
Conseguir una buena pileta y un buen grifo de cocina no es suficiente. Debemos también pensar en su mantenimiento.
Si tenemos una pileta de metal, de acero o de cobre, debemos mantener su brillo con productos de limpieza especializado. Además, debemos secarlo, ya que las gotas de agua se secan y dejan marca. Debemos considerar, aparte, que una o dos veces al año deberemos pulirlo.
Si, en cambio, tenemos uno de piedra o de granito y se oscureció fruto del uso, debemos limpiar con jabón blanco y tratar de mantener alejado el aceite.
¿La pileta es de porcelana blanca? Es la más difícil de mantener, porque se notan todas las manchas, por lo que requiere una limpieza regular con detergente y jabón. De esta manera estará limpia y reluciente.
Un buen grifo es fundamental para tener un lavaplatos estupendo. Debe tener una forma que sea cómoda para limpiar los platos y lavar los alimentos, debe tener un material que sea resistente al continuo paso del agua y debe tener una estética que tenga cierta coherencia con la decoración de la cocina.
Tener una canilla con un buen sistema de apertura y cerradura de agua, y que permita conseguir agua tibia de manera sencilla es fundamental. Podemos elegir grifos más modernos o más antiguos, con canillas de doble comando (frío-calor en los movimientos laterales) o con dos canillas, es una elección nuestra.
¡Cuidado con el desagüe!
Por último, pero no por eso menos importante está el desagüe, que es fundamental: es el que permite que todo el agua y los restos de la comida se escurran sin problema de nuestra cocina. Por esto es importante mantenerlo limpio y sin obstrucción alguna.
Un drenaje bloqueado no sólo imposibilita el uso de la cocina sino que también empuja la tierra y hace que la cocina esté sucia y sea antihigiénica, lo que la vuelve imposible para utilizar.
Si encontramos una obstrucción, debemos llamar al plomero de inmediato y solucionarlo lo antes posible.
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